Agile es uno de los términos más utilizados en exceso y subdefinidos de la industria. Pero cuando se hace bien, puede cambiar las reglas del juego.
Qué hace bien la investigación ágil
- Plazos de entrega rápidos para un aprendizaje iterativo
- Lazos estrechos entre la investigación y la acción
- Sprints pequeños y concentrados sobre proyectos lentos y exagerados
Donde a menudo sale mal
- Confundir la velocidad con la sustancia
- Estrategia de omisión por el bien de la entrega
- Usar la palabra «ágil» como excusa para subestimar los recursos
La agilidad es una forma de pensar, no un atajo. Los mejores equipos equilibran el rigor con la capacidad de respuesta, diseñan con flexibilidad pero cumplen con la intención. Porque la rapidez no es suficiente, también tiene que ser inteligente.